lunes, 10 de octubre de 2011

VIOLENCIA FAMILIAR


La violencia que nace en los hogares,
no se limita a golpizas y abusos físicos.
Existe otro tipo de violencia subterránea ,
la cual causa estragos que terminan
reflejándose en nuestra sociedad.
Se dice que este tipo de violencia está
probablemente más difundida que la violencia física,
pues en la relación que existe entre padres e hijos,
generalmente los padres la imponen a sus hijos,
los hombres a sus esposas o viceversa;
también podemos mencionar que fuera
de la familia existe en la relación maestro alumno,
y en el ámbito laboral entre los mandos superiores
y de éstos a los inferiores.
Se puede aseverar que esta violencia puede disfrazarse
de diversos modos, que aparentemente suenan como inofensivos
o se perciben como no dañinos;un sarcasmo, una burla, una sonrisa
o una simple observación, insinuaciones, algo que no se dice,
una actitud distante o indiferente, la falta de agradecimiento,
frases en las que no importan las palabras, sólo el tono que se utiliza,
comentarios hirientes disfrazados con un exceso de amabilidad,
burlarse de la persona en público. En estas situaciones
El agresor siempreconsigue herir a su víctima, y la humillación
es más dañina cuando se realiza en presencia de otros sujetos.
En este sentido, se puede decir que una persona
que maltrata psicológicamente a otra puede hacerla pedazos.
La conducta violenta es sinónimo de abuso de poder,
en tanto y en cuanto el poder sea utilizado para ocasionar daño
a otra persona; es por eso que el vínculo entre dos personas
caracterizado por el ejercicio de la violencia de una de ellas hacia
la otra se denomina relación de abuso.
Para comprender ésta dinámica, es necesario definir
con mayor precisión los conceptos de daño y de poder.
Por daño debe entenderse cualquier tipo y grado de menoscabo
para la integridad del otro; de ese modo,
existen diferentes tipos de lesiones ocasionados en el contexto
de una relación de abuso: daño físico, psíquico, sexual, etc.
La violencia es uno de los principales problemas
de salud pública en el mundo.
Estas cuestiones están influidas por la cultura y los valores,
que van evolucionando a través del tiempo.
Y si añadimos que muchas personas
han convivido casi a diario con el fenómeno
de la violencia y la asumen como consustancial
a la condición humana, podemos identificar que esto
dificulta abatirla, pues la ignorancia se convierte en aliada.
En este sentido, es necesario e imperante consensuar
y establecer normas universales de comportamiento
basadas en el desarrollo de derechos humanos.
L. Espinoza Avila

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