ESTAR ENAMORADO

Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre de la vida.

Es recobrar la llave que abre la cárcel en que el alma está cautiva.
Es advertir en unos ojos una mirada complice que no quita el aire
Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida.
Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida.

Estar enamorado amigos, es descubrir dónde se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz de un río que nos llama.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas.
Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia.

Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y los días.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas.
Es comprender que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre la pena y la alegría.
Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita.

Estar enamorado, es no saber si son ajenas o son propias las lejanas amarguras.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo su noche oscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre, y en adelante no volver a decir nunca.
Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras.