TOLERANCIA

La tolerancia es utópica

en la medida que nos seamos

capaces de respetar a otros.

Debemos concentrarnos
en construir espacios de tolerancia,
donde se enseñe y se practique
las técnicas y el reconocimiento al prójimo
ya sea en el ejercicio de la ideas políticas
la práctica de la religión.... la diversidad sexual....
la convivencia conyugal o la vida familiar

Aceptar a otros
implica aceptarse a si mismo
lo que no significa tener que pensar
de la misma manera o ver la vida
como la ven los otros. 


La lógica como arte directivo de la razón
nos guia en el camino de la tolerancia
y nos da la capacidad para comprender
y para hacernos comprender por otros

La intolerancia actuó como freno
a lo largo de los siglos
convirtiendo a hombres y a pueblos
esclavos de su ceguerra racional
cerrando la posibilidad de pensar distinto,
de tener otras opciones de vida,
y fundar esta a partir del respeto 
por el pensar o el ser distinto.


Los niveles sociales de la intolerancia
son tan estrechos y cortos de dimensión humana
que sólo se ven las cosas desde una sola perspectiva inmóvil,
fija y obsesiva y transforman la tolerancia
en la neurosis de nuestro tiempo.


Es propio de la naturaleza del  hombre
no reconocer al otro
en su misma dimensión humana
y esta intolerancia ha generado
las más absurdas guerras, catástrofes y
las más grandes atrocidades
en nombre de la libertad y de la razón.

El "Amarás a tu prójimo como a Tí mismo"
solo se logra con humildad e introspección
en una apertura dinámica y reflexiva
a valores que hacen a la dignidad
y a lo intransferible del ser humano


Reconocernos en la diferencia y la pluralidad
es reconocernos en la cultura y en la tolerancia

 Gustavo Manuel