TOLERANCIA

Es menester que mientras DIOS 
no disponga otra cosa,
lleve el hombre con paciencia
lo que en sí mismo o en los otros
no puede enmendar.

Recapacita que tal vez
es mejor así para probarte 
y ejercitar tu paciencia
sin la cual no pueden apreciarse 
en mucho tus méritos.


Trata de sufrir con paciencia
los defectos y cualesquiera
flaquezas de tus prójimos
pues no debes olvidar 
que tu también adoleces 
de muchas deficiencias 
que los demás deben tolerar.


Si tu mismo 
no puedes hacerte cualquisieras
como puedes aspirar
a que los otros se hagan a tu gusto.


Queremos a los demás perfectos
y nosotros no enmendamos
nuestras propias miserias.

Pretendemos que se corrija
con rigor a los demás
y nosotros no queremos ser corregidos.

Queremos que se sujete a los demás 
mediante reglas y ordenanzas 
pero nosotros no permitimos 
que se nos reprima en lo más mínimo.

En suma es señal clara y evidente 
de que raramente medimos a nuestro prójimo
con el mismo rasero
con que nos medimos
a nosotros mismos.

Tomás Kempis