Cuando pasen en mí los años,
y en apariencia ya no sea el mismo, y me vuelva torpe en mis movimientos,
tenme paciencia, recuerda las horas
que pasé enseñándote a hacer
las mismas cosas que hoy,
y que hoy ya no puedo resolver solo.
Cuando me veas perdido
frente a toda la tecnología
que me cuesta tanto entender,
dedícame tu tiempo,
recuerda que fui yo quien te enseñó
las cosas más simples para enfrentar la vida.
Si te repito las mismas historias,
aunque ya sepas el final, escúchame.
Cuando eras chico, tuve que contarte
cientos de veces el mismo cuento
para que te durmieras.
Y si mientras conversamos me olvido
de lo que estamos hablando,
dame tiempo para recordar,
y si no puedo hacerlo, comprende
que tal vez no es importante lo que conversamos,
sino que para mí lo importante
es que me escuches, y estar juntos.
Cuando me fallen mis piernas,
dame tu mano para apoyarme
como yo lo hice cuando comenzaste
a dar tus primeros pasos.
Dame tu cariño, compréndeme y apóyame,
como yo lo hice desde el momento en que naciste.
Siempre quise lo mejor para ti,
y sé como tú me quisiste y me admiraste.
Hoy soy yo quien está orgulloso al ver
cómo enfrentas la vida, al ver quién eres.
Cuando pasen en mí los años...
así como te he acompañado yo,
acompáñame tú hacia donde me lleva el camino.
no te alejes de mi.... sigamos caminando juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Podés dejar tus intenciones y pedido de oraciones