Cierto día, una gigantesca águila del Perú, arrebató a un bebe dormido.
Enseguida, toda la gente de la aldea se movilizó para ofrecer su ayuda.
Pero el águila no tardó en posarse sobre un elevado despeñadero,
por lo que todos temieron por la suerte de la criatura.
Un pastor trató de ascender, pero se vio obligado a desistir de su intento.
Trató de subir un montañés, acostumbrado a escalar cerros, pero fue en vano.
Por fin, se adelanto una campesina, quien fue afirmando sus pies en una saliente tras otra de la roca, hasta llegar a la cumbre del despeñadero.
La mujer descendió paso a paso, hasta que regresó con el bebé junto a su pecho.
Esa mujer tuvo éxito donde el pastor y el montañés habían fracasado,
porque su amor maternal la había llevado a arriesgar su vida,
con tal de salvar a su pequeño hijo....era su madre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Podés dejar tus intenciones y pedido de oraciones