Tengo una sensación rara,
como un sentimiento de culpa
que me persigue en mi vida..
A veces, me siento atormentada
por sus preguntas inquisidoras,
Dime ¿¿Por qué te has entregado
tantas veces y tan fácilmente
a aquellos que no eran
realmente nada en tu vida??
En aquellos días no muy lejanos,
yo pensaba honestamente que
al ponerme en los brazos de alguien,
me estaba entregando a la persona correcta..
Pero me doy cuenta, que eso no ha sido así,
que sólo he sido un triste y oscuro objeto del deseo..
A veces me gustaría volver al pasado
para no ser tan promiscua como lo fui..
Una promiscuidad que me hizo tanto daño
y que borró de mi vida el autorespeto..
Pero yo no estoy hablando de moralidad,
sino de mi salud y de mi dignidad,
de como poder evitar esas heridas
que al principio no se sienten
pero que con el paso del tiempo
se convierten en sólo amargos
reproches por no haber sabido esperar...
Carta de Natalia Lazarinova
Adolescente rusa de 19 años
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