martes, 21 de septiembre de 2010

LA NOCHE DE LA IGNORANCIA

La ignorancia es la noche de la mente:
pero una noche sin luna y sin estrellas.
Saber que se sabe lo que se sabe
y que no se sabe lo que no se sabe;
 he aquí el verdadero saber.
Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo;
el vulgo, lo busca en los demás.
Sólo los sabios más excelentes,
y los necios más acabados, son incomprensibles.
Saber lo que uno sabe y saber lo que uno sabe
que no sabe es la característica de uno que sabe
Un hombre que sabe que ha cometido un error y no lo corrige,
está cometiendo otro error
En la juventud, ser cauteloso con el sexo,
en la madurez ser cauteloso con los conflictos,
en la vejez ser cauteloso con el dinero
Estudiar para sí mismo, nunca para hacer alarde ante los demás
La conciencia es la luz de la inteligencia.
Es la que sabe distinguir el bien del mal
Se puede ser decente sin ser sabio,
pero no se puede ser sabio sin ser decente
El sabio no dice lo que hace,
pero no hace nada que no pueda decirse
El hombre sabio aspira a la perfección,
el hombre vulgar al bienestar
Si uno se coloca en la situación de otro hombre,
surge fácil el perdón
No hagas a otros lo que no deseas que te hagan a ti
El que avanza con demasiada prisa retrocede pronto
Antes de gobernar a otros,
mejor es aprender a gobernarse a sí mismo
Cuando veas a un hombre bueno,
trata de imitarlo; cuando veas a uno malo,
examínate a ti mismo.
Si dices algo malo, puedes rectificarlo,
si escribes algo malo, puedes enmendarlo,
pero si haces algo malo,
tu mala acción se queda contigo para siempre...


CONFUCIO






 

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