”El nacimiento no es un acto, es un proceso”.
El ser humano nace incompleto y sigue naciendo, enriqueciéndose y completándose hasta su muerte.
Por ello vivir es estar dispuestos a renovar las raíces de la existencia;
experimentar la plenitud del instante, sin renunciar a transformar la realidad
desde la dimensión proyectiva de la existencia humana.
Algunos, desde un impulso nihilista destructivo, niegan el presente y el futuro.
Algunos, desde una dinámica utópico-destructiva o competitiva,
están siempre negando el presente en aras de un futuro que nunca llega.
Hay otros, desde un hedonismo reductor, sacrifican al futuro por vivir
de un modo desequilibrado el placer presente…
Finalmente, existe la posibilidad de gozar el momento presente
abiertos a la esperanza de un futuro que hemos de construir
desde ahora para nosotros y para los otros.
Nacer a cada instante. Con impulso luminoso, dinámico, proteico:
Hemos de amar cada nuevo día con la intensidad salvaje de los orígenes,
Porque creo que siguen vigentes estos versos que escribí de Shakespeare:
Nacer, vivir, morir… amar acaso:
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