Un orador inició su seminario de economía
mostrando un billete de $ 100 dólares,
y dirigiéndose a los espectadores preguntó:
-"¿Quién quiere este billete?
Todas las manos se levantaron..
Y dijo :-"Se lo voy a dar a uno de ustedes,
pero primero dejenme hacerle esto...",
y lo hizo una bolita dejándolo todo arrugado..
El orador insistió: -"¿Quién todavía lo quiere?"..
Las manos volvieron a subir.
-"Bien", dijo. -"¿Y si le hago esto...?",
y lo dejó caer al suelo y lo empezó a hollar
contra la tierra con su zapato.
Al recogerlo lo mostró al auditorio..
Así, todo arrugado y sucio, preguntó:
-"Y así, ¿todavía lo quieren?".
Las manos se mantuvieron arriba..
Y al final nuestro orador dijo :
Amigos, hoy han aprendido una lección muy valiosa:
No importa todo lo que le haya hecho al billete,
ustedes de cualquier manera lo quieren
porque su valor no ha disminuido.
Sigue valiendo los mismos 100 dólares”..
Muchas veces en la vida caemos,
nos arrugamos, o nos revolcamos en la tierra
por decisiones equivocadas o apuradas
o por las circunstancias que nos rodean..
Llegamos a sentir que no valemos nada..
Pero no importa lo que hayamos pasado
o lo mucho que hayamos perdido,
nunca perdemos el valor que tenemos
a los ojos de Dios...