Sentí que el cielo caía hasta la tierra y me tragaba.
Sentí a DIOS como una verdad profunda,
augusta y me sentí penetrado por EL.
Sí, hay un DIOS..!! grité; que ocurrió después, no lo sé.
No sé si la felicidad dura segundos, horas, pero creedme,
no quisiera cambiar por ella las alegrias de mi vida.
Si, vale la pena entregar la vida entera por tal momento.
En esos momentos se me vuelve comprensible
la profunda frase maravillosa.
Llegará un día en que no habrá más tiempo.
Hay segundos en que siente uno repentinamente
la eterna armonía que llena la existencia.
Es como si de golpe toda la naturaleza fuese
sentida en uno mismo y dijese: Si, esta es la verdad.
Es horrible que esos sentimientos sean tan claros
y la alegría tan violenta.
En esos cinco segundos viví toda una existencia
y habría entregado mi vida por ellos..
("Vivencias de Dostoyviesky". Karl Jaspers)
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