En vano escarba
el soñador en sus viejos sueños,
como si fueran ceniza el soñador en sus viejos sueños,
en la que busca algún rescoldo
para reavivar la fantasía,
para recalentar con nuevo fuego
su enfriado corazón y resucitar en él
una vez más lo que antes había amado tanto,
lo que habia conmovía el alma,
y enardecído la sangre,
lo que arrancaba lágrimas de los ojos
y cautivaba con su espléndido hechizo.
(Fiódor Dostoyevski)
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