La pobreza de Cristo
es la afirmación de la soberania suprema de Jesús
respecto a los bienes de este mundo.
Para hacer volver al Padre
la creación desencarnada por el pecado,
Cristo se despoja
y se hace pobre voluntariamente,
y esta pobreza contribuye
a nuestra rendención
Tiende a liberar la misma materia
librando al hombre de la opresión
y haciendola retomar sobre EL
le da la sacramentalidad
que le corresponde.
La pobreza voluntaria
a imitación de Jesús
no consiste en despreciar
las riquezas de la creación
sino en darles el puesto
que en realidad
les corresponde según los planes
y designios de la Providencia
al servicio del hombre
y en función de su vocación
de hijos de DIOS
De este modo
la pobreza orienta
toda la creación
hacia su destino final
y preludia el nacimiento
de un mundo nuevo.
P.Louis Charlier op
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