Me había vuelto sordo a tu voz
y encadenado estaba por mi carne mortal.
Esta es la pena con que castigabas
la soberbia de mi vida y cada vez me iba
mas lejos de Tí...y Tú lo permitías...
Era Yo empujando de aquí para allá,
y me derramaba y me desperdiciaba
en las ebulliciones de las pasiones,
mientras TU guardabas silencio.
Misero de Mi..... te abandoné..!!
por dejarme llevar por mis pasiones.
"Tantas y tan nefandas acciones mias"
Me convertí para mi mismo en un desierto
inculto y lleno de miseria.
Pero confesaré tu Nombre..!!
porque me has perdonado
tantas obras malas y abominables,
Es obra de tu Gracia y de tu Misericordia
que hayas derretido como hielo
la mole de mis pecados y maldades.
SAN AGUSTIN
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