La oración es difícil cuando el corazón
del Hombre está lejo de DIOS
y EL está lejos del corazón del Hombre
que está ocupado con cuidados superfluos
o se ha enfriado en su fervor religioso
o también cuando se ha inmerso
en los placeres carnales.
DIOS también está lejos del corazón
cuando le retira la Gracia,
le niega su presencia,
y prueba la paciencia del que suplica.
La oración devota trae de inmediato
la Gracia y llena toda la mente
y nos sucede algo que no podemos
comprender ni explicar
PEDRO de CELLES
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