Las grandezas y las miserias del Hombre
son tan visibles que es necesario que la religión
nos enseñe que hay un gran principio
de la grandeza del Hombre
y que hay un gran principio de su miseria.
Es necesario que para hacer feliz,
la religión le enseñe al Hombre
que hay un DIOS,
que hay obligación de amarle,
y que nuestra verdadera felicidad
consiste ser en EL.
Nada es tan importante al Hombre
como este estado,
Nada le es tan temible al Hombre
como la Eternidad.
Así y todo......
el hecho de que se encuentren
Hombres tan indiferentes
a la perdida de este estado
y el peligro que representa
una Eternidad de miserias
no deja de asombrar.
BLAISE PASCAL