No te inquietes
por las dificultades,
por los altibajos
y por las decepciones
que te da la vida..
Solamente quiere
lo que Dios quiere
y ofrécele con amor
el sacrificio de tu alma..
Piérdete ciegamente
en ese Dios que te quiere
y que llegará hasta Ti
aunque Tú jamás lo veas..
Piensa que estás
en las manos de Dios
cuanto más decaído
y triste te encuentras..
Conserva siempre
sobre tu rostro
una dulce sonrisa,
y en tu alma coloca
como fuente de energía
y criterio de verdad,
todo aquello que te llene
de la paz de Dios..
Y cuando te sientas
apesadumbrado,
triste o abandonado,
sólo adora y confia en Dios...
Pierre Teilhard de Chardin
Sacerdote Jesuita
Cientifico-Filósofo-Teólogo