Tu amigo es el que te comprende.
El que te acepta como eres.
El que sin envidia reconoce tus valores.
El que te estimula y elogia sin adularte.
El que te ayuda desinteresadamente
y no abusa de tu bondad ni de tus bienes.
El que con sabios consejos te ayuda
a construir y a pulir tu personalidad.
El que goza con las alegrías que llegan a ti.
El que sin herirte te saca del error.
El que levanta tu ánimo cuando estás caído.
El que quiere menguar los dolores de tu enfermedad.
El que te perdona olvidando tus ofensas.
El que ve en ti un ser humano con alegrías,
esperanzas, debilidades y luchas.
Si descubres un amigo así, eres rico.
Consérvalo como un gran tesoro...